JOAN ESCODA

Nos sorprende desde el primer segundo en el que aparece en la pantalla. Rompe con la tradición del científico sobrio y solemne pero no por ello prescinde de la precisión en sus pronósticos. Pone especial detalle en los plazos de tiempo, una apuesta más que arriesgada y valiente y podríamos decir que la ambiguedad queda descartada en sus predicciones. Traduce el lenguaje meteorológico para hacerlo más comprensible y dota de un ritmo rápido a su discurso, convirtiendo la información en algo atractivo por la que uno se deja deslizar sin oponer resistencia.

Es todo un hallazgo en Antena 3 aunque sus seguidores sabíamos de su existencia en Canal 24 Horas y Canal Meteo. Su capacidad de impacto es enorme. Taladra la cámara y se planta en el salón de su casa con algo de desvergüenza y mucha simpatía. Sus ganas y su creatividad contagian a todo el mundo. No deja a nadie indiferente y eso en televisión, es garantía de éxito.