lunes, noviembre 19, 2007

EL TIEMPO ES ARTE




Cuando inicié este diario, hace un año, decidí lanzaros las propuestas culturales que me resultaran atractivas. Libros que no llegan al gran público pero merecen atención, cantantes minoritarios que están creciendo y artistas, en definitiva, que ofrecían una mirada diferente e interesante.
Quiero hacer un homenaje a un arte no catalogado como tal. Y así mostrar el talento necesario para realizar bien una tarea no siempre correctamente valorada: Presentar el tiempo.

Son muchos los retos a tener en consideración para esta "puesta en escena" tan particular. Fascina a quien conoce las entrañas de la televisión pero parece un "relleno" para el telespectador bulímico, cansado de ver tantas caras y discursos huecos que zapea sin compasión cuando ve a un individuo, desprovisto de todo, en pie, sólo frente a la audiencia y ante un mapa.

Para hacer el tiempo hace falta ritmo, calidez, energía, proximidad pero también rigor, exactitud, credibilidad y compromiso. Son unos pocos minutos muy elaborados. Cualquier desajuste desentonaría. Toda la entrega y la sincronía no se aprecia; tan sólo el error. Es un formato cruel, desagradecido, que invita a la mofa y a la frivolización por parte de muchos telespectadores. La expresividad y la contención son dos elementos que hay que combinar a partes iguales: En el discurso y en la forma. Si el espectador conociera los elementos de análisis para evaluar lo que está viendo...se daría cuenta de que es un auténtico espectáculo.

Cada presentador de los que conozco y admiro aporta algo. Juntos serían el perfecto hombre/mujer del tiempo. Cada uno por separado son increíbles.